una mirada perdida y encontrada.
Pero no de quien miraba,
Sino de quien encontraba esos ojos.
Un temor contraproducente,
Nervioso.
que sembraba lagrimas, que aparecía y desaparecía.
Un temor instado a desaparecer con aspavientos,
como espantando a una mosca en una tarde de verano.
Y desaparecía con una caricia.
Un temor incoherente.
No comments:
Post a Comment