Y me doy cuenta de que vivo en un ambiente que no es el mio. Pero del que por mucho que me aleje no puedo separarme.
Me relaciono con gente entre la que me siento extraña, como si fuera un alienígena que se sienta a escuchar sus conversaciones. Gente que decide su camino, y si puede, el de los demás.
Y cuando por fin consigo huir, alejarme y mantener una distancia prudencial que me evite ese sentimiento de soledad cuando estoy rodeada de gente, cambiando TODO, aparece algo que me recuerda que no puedo abandonarlo.
No comments:
Post a Comment