no estaba claro cual,
eso era tarea del árbitro.
El arbitro que vigilaba los ojos de ambos,
como si fuera a entrar en sus cerebros
y descubrir al tramposo.
Pero el duelo seguía,
lento, con esfuerzo, cansado,
¿Hablé ya de su esfuerzo?
En qué momento habrían decidido luchar,
y por qué así.
"Vamos a decidirlo en un duelo"
Dos niños, con cara de pillos,
enfrentándose cara a cara,
a ver quien vence.
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