Con un algodón de azúcar en una mano,
y una pequeña ficha amarilla en la otra.
Esperaba. Ansiosa.
Jugando con el pelo,
moviendo la falda,
toqueteando el azúcar.
Se acercaba su turno. Su momento.
Se sentó en el asiento que imitaba el cuero.
El mecanismo empezó a funcionar.
Poleas. Engranajes.
Tuercas y tornillos.
Las luces de la feria quedaron a sus pies.
Miró asombrada el pequeño circo,
la pequeña tómbola.
Una vuelta.
Más abajo veía parejas unirse,
y separarse.
A veces volver a unirse.
Una vuelta más.
Y ella empezó a sentirse pequeña también.
"Las vueltas que da la noria a la que llamamos vida"
"Las vueltas que da la vida a la que llamamos noria"
Estoy en la etiquetas *-* Me siento importantísima.
ReplyDeletePastelillo… n_n