un nuevo pedaleo,
un pequeño avance.
Una nueva brisa en su cara,
enredando su pelo,
transportando la arena y la sal hacia ella,
acercándola a aquel mundo,
a aquel espacio propio, suyo.
Cuando la hierba fresca se junta con el mar,
y es imposible seguir si no es a pie,
apenas un par de pasos antes.
Ahí, justo ahí.
En ese tránsito.
Fotografía por Alberto Gamboa
Pedalear... Qué vicio.
ReplyDeleteGolondrina (en bici) ;)