- Que con una frase no lo arreglas todo, es más, no arreglas nada.
Los pequeños ojos azules le miraron cuestionandose como había descubierto su plan para que mamá no se enfadara.
Lo había roto. Y algo tenía que hacer.
Esconderse y esperar a que la tormenta pase había funcionado siempre hasta ahora,
pero esta vez era algo muy gordo.
Se levantó de la dura silla azul de la cocina, y recogió el plato y los cubiertos.
Los ojos azules le seguían en cada movimiento.
En parte con miedo, en parte con admiración.
Ante la incredulidad de la mirada inocente del niño, se dirige al salón,
y abre el armarito donde están escondidos los trozos grandes del jarrón.
De vuelta en la cocina tira los trozos a la basura.
- Es más facil si desaparece del todo. Si lo pegas, siempre quedarán marcas. Y las marcas son más dolorosas. No puedes romperlo y esperar que siga siendo igual. Es como en el cole, si pegas a un niño, no volverá a ser tu amigo igual, ¿Verdad?
Hacer desaparecer las pistas o esconderlas no arregla nada, porque es la incertidumbre y la preocupación de saber la verdad que la verdad en sí misma, aunque ésta decepcione. No solo hay que saber pedir perdón, también aprender a perdonar... y olvidar, o mejor, aprender a dejar el asunto en el pasado.
ReplyDeleteAdemás, ¿cómo aprender de un error si pretendes hacerlo desaparecer como si nunca hubiera ocurrido?
Como el cabello seco y quebradizo, no se puede reparar, sin embargo, hay mucho más pelo sano tras cortar para cuidarlo desde el primer momento en que se corte lo estropeado:
No se puede arreglar del pasado, pero gracias a él podemos aprender para no volverlo a cometer y prevenir en la próxima vez que la vida nos presente el mismo dilema.