Poesías sin rima ni verso, cuentos para niños que no son para niños, ideas frustradas, y gritos silenciosos.

Sunday, 27 January 2013

Secretaria

Aporreaba las teclas sin sentido, 
o eso la parecía a ella. 
Simplemente copiaba y re-copiaba 
 lo que tenía en una hoja ya mecanografiada. 
En un papel amarillo. 
Casi sin mirar lo que escribía. 
lo importante era terminarlo. 
Si había laguna errata ya lo corregiría después. 
Si la daba tiempo. 

Aquellos malditos contratos de última hora, 
que la amargaban las horas de la comida. 
Que no la dejaban tiempo, 
ni para ver a Marisa, de Administración. 
Y lo peor de todo, 
que no la dejaban acercarse a la peluquería de abajo 
para hacerse la manicura.

Mientras se esforzaba por alcanzar la E y la M, 
con una sola mano, 
y a la misma velocidad de siempre, 
se encendía un cigarro. 
Que le daba otro ambiente a la oficina, 
amarilleaba el aire, las copias, 
y las teclas de su maquina de escribir. 
Y sus uñas. 
Pero no tenía descanso para esconder eso. 
Por unos malditos contratos que había que copiar. 

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