Poesías sin rima ni verso, cuentos para niños que no son para niños, ideas frustradas, y gritos silenciosos.

Monday, 29 April 2013

Cambios


Porque las máscaras, al final de la noche,
 pierden su sentido y los hombres lloran. 
La publicidad se acaba mojando, 
y la reina del baile, arrugándose. 

Los papeles se amarillean, 
y las letras incluso se pierden. 
Aunque duren más que las palabras, 
más que los sentimientos, 
más que las caricias y afectos. 

El fuego consume la madera, 
y el papel, 
y la mirada, si pudiera. 

Arrogante

A veces prefiero ahorrarme las florituras, a veces hablo claro. Que no alto.
Porque no por gritar más te van a escuchar más.
Ni por saltar más alto vas a ser mas alto.
Pero hablo claro, cuando hablo. 
Porque aunque no te lo creas, callo muchas cosas. Cosas que opino, y cosas que simplemente escucho.
Porque escuchar tiene mucho valor. 
Igual que acompañar, soportar, y no dejar caer. 

Porque me guardo mucho, lo acumulo. 
Como las hojas en las aceras en Otoño. Hasta que alguien las barre.
En la calle es un señor con escoba, en la realidad, lo llaman amigo. 
Pero me estoy yendo a metáforas. 

Me gustaría hacerte dos cosas, aparte de las muchas que te gritaría en la cara.
Pero lo llaman educación. 
La primera, partirte la cara. Aun sabiendo lo dura que está la arrogancia, lo frío que es el odio, y lo odiosa que sería tu mirada. 
La segunda, abrirte los ojos. Sí, después de partirte la cara. 
Abrir los ojos debería ser un premio cuando te des cuenta de lo que está pasando. 

Me he dejado de calmados momentos, de palabras bonitas. 
No por mi. Y mucho menos por ti. 
Porque el valor no se mantiene por que sí. 
Hay que esforzarse. 


escuchar

Sabía que no la escuchaban, 
hacía rato que su voz se perdía, 
no llegaba a quienes estaban frente a ella. 
O llegaba, e ignoraban sus palabras.

Tenía carácter, 
aunque quizá no el apropiado. 
No el que su audiencia quería. 
No el aplomo de un soldado, 
ni la paciencia de una santa. 

Nunca había considerado su carácter, 
genuino, como un punto débil. 
Gustaba de la perfección, 
y de los lápices afilados. 

Y de que se prestara atención a lo que decía. 
Pero nadie la escuchaba. 
Y quería patalear. 





Tuesday, 16 April 2013

Pasado

Todo era fácil cuando había olvidado, 
cuando se acercaba al borde del abismo, 
pero no recordaba el miedo. 
Cuando se dejaba caer en la butaca, 
bien mullida de cojines. 

Hasta que encontró el detonador. 
Y todo estalló en mil pedazos. 
Porque era una falsa calma, 
un olvido fingido. 

Porque hay cosas que no se olvidan, 
y el pasado es un ser puñetero, 
que se agarra y no se va. 
Y cuando se va, 
deja el camino abierto para poder volver. 

Thursday, 28 March 2013

Mundo

Todos sabemos cómo cambiar el mundo. 
No hace falta ser un gran revolucionario, 
armado de bandera y eslogan, 
porque no es el mundo con montañas y ríos y mares, 
con sus océanos y sus cosas, el que hay que cambiar. 
El que sabemos cambiar. 

Es nuestro mundo.

El que tiene las cosas que nos callamos, 
las que decimos, y las que gritamos. 
Tiene las formas en que miramos, 
o en que dedicamos un "hola". 

Como si tuviéramos cientos de "holas" almacenados, 
menuda locura. Almacenar. 

No es un trastero, 
porque en un trastero, lo que guardas coge polvo. 
Y hay cosas que se pasan de fecha. 
Y luego no valen. 

(Además, en los trasteros se guardan trastos, 
y los "hola" son demasiado preciados)

vueltas

Qué es peor, 
¿Lo que tememos que pase, 
o lo que realmente pasa?

Cuando dejas ir a tu cabeza, 
y se te revuelve el estómago, 
mareado. 

Oí a una viejecita decir 
"es que la cabeza corre más que las piernas". 
Fue hace mucho tiempo, 
hace muchas vueltas de cabeza. 


Monday, 25 March 2013

Fotógrafos

Miras fotografías en sepia, 
o a las que simplemente las resaltaron una parte. 
Y piensas "eso lo hago yo"
y no, no lo haces. 
Para qué engañarte. 

Porque nunca encuentras ese lugar, 
donde las fotos tengan su propio aura, 
porque todo te parece "lo que ves todos los días"
y te aburre. 
Y no merece una fotografía. 

Pero te das cuenta que esa fotografía, 
la que enmarcaste en tu habitación, 
solo es el bajo de una falda, 
un pájaro en un charco, 
y muy poca luz. 
Todo muy común. 


Hacen falta otros puntos de vista, 
no experimentados, 
sino pausados, 
 para darse cuenta de que algunas cosas cotidianas 
pueden ser preciosas. 
Y para eso están los fotógrafos. 



Dedicado a mi buen amigo Gonzalo de Castro, 
fotógrafo y mago. 
(Lo que influye, seguro), 
y autor de la foto



Pelea

Recuerdo que mencionó voces, 
una gran pelea. 
Una pelea en la que solo uno quería luchar, 
y que el otro consideraba vencida,
porque estaba por encima. 

Una pelea por el futuro, 
no por el pasado. 
Todo por una vocación. 
"¡escritor! Tenías que ser Escritor, 
no podías estudiar una carrera, no"

Todo por trabajar y ser feliz.
No vivir atado a una corbata, 
y a un maletín roñoso. 

Podría haber sido médico, 
pero era más tentador sanar frases.
Y coser palabras. 

Pero la pelea continua, 
con una ventaja que no es ventaja, 
con mucha paciencia por un lado, 
y mucha rabia por el otro. 

Pero lo mencionó con calma, 
sabiendo que él, el escritor, 
el que no llegó a médico, 
al menos, era feliz. 

Sunday, 10 March 2013

Nadas y algos

Son cosas que pasan,  lo dicen las canciones 
y algunos cuentos. 
Nada es para siempre. 

Y lo piensa mientras mira por la ventana. 
"Nada es para siempre... 
excepto algunas ilusiones"
Matiza su propia idea, 
aunque al final la rechaza. 

Nada dura eternamente, 
ni la vida, ni las personas, 
ni las amistades 
(recordando aquella felicitación de navidad, 
abandonada que nunca contestó)
ni las ilusiones. 

Pero no lo piensa como algo deprimente, 
aunque la sorprende mirando por la ventana, 
como si observara cómo se pasa todo. 

No es que mire por la ventana para reflexionar, 
sino que reflexiona mientras mira por la ventana. 

Mientras ve como los algos se pierden para siempre. 

Saturday, 16 February 2013

Pasos

Unos pies pequeños, 
que siguen a unos grandes. 
Bueno, no grandes, mayores. 

Saltando, para alcanzar en una zancada, 
lo que han avanzado antes en años. 
Dudando si mirar al suelo, 
para no caerse, 
o hacia arriba, 
para saber de qué servirá.

Pisan donde hay marca, 
pretendiendo evitar el resto. 
Como si solo los pasos marcados fueran buenos, 
si salirse de lo marcado fuera peligroso. 
Siguiendo los pasos del anterior. 
Y más grande. 

Más grande a sus ojos. 
Que los que te hacen el camino, 
siempre parecen más altos. 
Y parece que nunca serás igual. 
Hasta que creces,
y tienes a un mocoso saltando en tus pisadas.