Poesías sin rima ni verso, cuentos para niños que no son para niños, ideas frustradas, y gritos silenciosos.

Sunday 27 January 2013

Secretaria

Aporreaba las teclas sin sentido, 
o eso la parecía a ella. 
Simplemente copiaba y re-copiaba 
 lo que tenía en una hoja ya mecanografiada. 
En un papel amarillo. 
Casi sin mirar lo que escribía. 
lo importante era terminarlo. 
Si había laguna errata ya lo corregiría después. 
Si la daba tiempo. 

Aquellos malditos contratos de última hora, 
que la amargaban las horas de la comida. 
Que no la dejaban tiempo, 
ni para ver a Marisa, de Administración. 
Y lo peor de todo, 
que no la dejaban acercarse a la peluquería de abajo 
para hacerse la manicura.

Mientras se esforzaba por alcanzar la E y la M, 
con una sola mano, 
y a la misma velocidad de siempre, 
se encendía un cigarro. 
Que le daba otro ambiente a la oficina, 
amarilleaba el aire, las copias, 
y las teclas de su maquina de escribir. 
Y sus uñas. 
Pero no tenía descanso para esconder eso. 
Por unos malditos contratos que había que copiar. 

Monday 21 January 2013

Cambios


Se acercaba a la pobre nevera,

casi temblando, 
casi esperando que hubiera algo. 
Como si el medio limón, 
que no recordaba haber comprado,
y los huevos se fueran a multiplicar. 
O a cambiarse por alguna otra cosa. 
Abrir y ver la desolación, 
varillas vacías. 

La botella de agua, 
que primero fue de Coca-Cola. 
En sus tiempos mozos. 

Todo había tenido tiempos mozos, 
incluyendo el limón. 

Porque todo había ido a peor, 
pero había ido. 
Había cambiado. 
Todo. 

Porque en el juego de las sillas, 
lo único que no se mueven, 
son las sillas. 



Friday 4 January 2013

parar


¿Qué pasará el día que nuestro cuerpo
se rinda, o se canse, y diga "hasta aquí"?

Cuando crea que hemos caido demasiado
que nos hemos levantado en demasiadas ocasiones. 

Cuando piense que hemos pecado muchas veces, 
muchas más de lo aconsejado, 
y que nos hemos reido de ello en excaso. 

¿Y si nuestro cuerpo se para? 
Como un reloj al que le quedan muchos minutos, 
muchas horas y segundos por dar, 
pero nada de pila. 

Seguiremos queriendo caer, levantarnos, 
pecar y reirnos de ello. 
Y no tendremos Pilas. 

Aunque claro, siempre podemos ser un reloj de cuerda.