Poesías sin rima ni verso, cuentos para niños que no son para niños, ideas frustradas, y gritos silenciosos.

Tuesday 10 April 2012

Faro

Sabía que era solitario,
sabía que implicaba la carencia de sueño,
la vigilia constate,
el pasar horas sumergido en el murmullo.
Pero no un murmullo cualquiera,
el de las olas,
el de la vida bajo aquel centro azulado,
el de fantasmas de piratas,
de monedas titilantes bajo el mar.

Le consolaban las noches oscuras,
paciente esperaba al anochecer para ser la luz del mundo.
Y si no del mundo entero, al menos del suyo.

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