Poesías sin rima ni verso, cuentos para niños que no son para niños, ideas frustradas, y gritos silenciosos.

Tuesday 11 February 2014

café

Removía el café, y las ideas.
Muy a su pesar,
el café jamás giraría tan rápido como las ideas.
Ni tintinearía tanto como la cucharilla contra la taza,
intentando deshacer los últimos granos de un terrón de azúcar.

Aunque el azúcar era ya la menor de sus preocupaciones.
Esperaba y pensaba. 
Y cuanto más pensaba más revolvía en su café. 

Sus ideas seguían girando, rápidas,
sin un sentido claro.
Cambiaban y giraban.
Se doblaban sobre sí mismas.

Como el café, 
que agitado se esparcía por la porcelana.
Hacía círculos bajo la taza, 
y la manchaba con líneas torcidas. 

Mientras tanto, 
mientras el café corría por el plato, 
las ideas por su cabeza, 
y el viento barría las calles,
seguía esperando.



Pensando y dirigiendo miradas hacia la puerta,
moviendo el café y pensando. 
Un café que le quitaría el sueño.
Aunque quizá lo hicieran sus pensamientos.

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